La eficiencia energética es la capacidad de utilizar el recurso energético (luz, gas y combustible) de la forma más efectiva posible, de manera de consumir la mínima energía requerida y necesaria. Esto se logra a partir de medidas de optimización del consumo que buscan mantener la calidad de vida del usuario mientras disminuye el consumo generado.
Actualmente, la eficiencia energética es uno de los focos de atención en políticas de mitigación contra el cambio climático. Lograr un uso eficiente de los recursos energéticos permitirá a nivel personal y comunitario poder reducir la emisión de gases de efecto invernadero producidos por la actividad humana que tantos problemas están trayendo actualmente a nivel mundial.
¿ Cómo podemos alcanzarla ?
Una de las medidas que podemos tomar para lograr la eficiencia energética es cambiar a tecnologías de mayor rendimiento conocidas comúnmente como de ‘’bajo consumo’’, como así también mejorar hábitos diarios para hacer un uso responsable de la electricidad u otro recurso disponible.
En el hogar tenemos varios elementos que podemos analizar para optimizar nuestro consumo. Por ejemplo en el caso de la climatización, podemos optar por equipos de aire acondicionado con tecnología inverter cuyo sistema regula su funcionamiento reduciendo así casi un 60% del gasto evitando picos de consumo, muy comunes en las grandes ciudades en verano.
Por otro lado existen cuestiones de diseño que pueden ayudarnos a reducir hasta un 50% nuestro consumo energético. Una de ellas es la aislación del hogar que se logra con un método constructivo acorde a la zona geográfica donde se encuentra la casa y que puede reforzarse con celulosa, madera, aislantes industriales y más. De la misma forma, en el interior de la propiedad, cortinas y persianas colaboran reduciendo el ingreso de sol en verano y la salida de calor en invierno. Existe incluso la posibilidad de optar por opciones más innovadoras como techos vivos que permiten lograr una mayor aislación en la parte superior de la propiedad, a la vez que sirven para captura y secuestro de carbono colaborando así con el medio ambiente.
Etiquetado en eficiencia energética
El sistema de etiquetado es una herramienta que nos permite conocer fácilmente cuál es el nivel de consumo de energía de un aparato o electrodoméstico. La misma es asignada dependiendo del resultado de estudios realizados en fábrica, y se encuentra adherida en alguna parte fácilmente visible del equipamiento. La podemos encontrar en televisores, lavarropas, heladeras, estufas a gas, lámparas led y más.
La información se encuentra simplificada a su vez, en un pequeña escala que va desde la letra G en color rojo, ascendiendo hacia la letra A en color verde. A medida que se sube en la escala, la eficiencia energética aumenta. La información que brinda principalmente es cuánto consumo tiene el equipo en un período determinado de tiempo, medido en kw o calorías.
Los vehículos también cuentan con su propio sistema de etiquetado según la relación de consumo/rendimiento que presentan de por diseño de fábrica. Uno de los objetivos de este
sistema, es brindarle al usuario la información necesaria para tomar decisiones de compra más acertadas a sus necesidades y optimizando también el nivel de gasto que tendrá en el futuro. En este caso el etiquetado informa cuántos litros de combustible consume el vehículo cada 100 kilómetros realizados además de conocer la emisión de C02 que genera el motor. Las categorías posibles en Argentina, van de eficiencia nivel E hasta A+.
Hogares eficientes
Actualmente existe también un certificado de eficiencia energética aplicable a los edificios conocido como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). El mismo fue desarrollado en Estados Unidos y cuenta con 4 categorías: certificado, Plata, Oro y Platino según el nivel alcanzado.
La clasificación del inmueble se basa en criterios como su ubicación, diseño y construcción. Además tiene en consideración cuestiones puntuales como el uso de electricidad y agua, si es que cuenta con recolección de lluvia o sistemas renovables de energía. Por otro lado, evalúa el impacto indirecto en el medio ambiente analizando cuestiones como su cercanía al transporte público, si brinda espacios para el resguardo de bicicletas u otras características adicionales que colaboran discrecionalmente con hábitos que permiten disminuir el consumo energético.
Por último, existen también otras certificaciones a nivel mundial como DGNB System desarrollado en Alemania que tiene uso internacionalmente por sus altos estándares o la certificación HQE (High Quality Environmental) que agrega a la ecuación el ciclo de vida de los materiales que conforman el edificio considerando desde su construcción hasta su mantenimiento.
Consejos prácticos para lograr la eficiencia energética
Aire Acondicionado: en el caso de regiones más templadas como es el caso de algunas provincias de Argentina, si ajustamos la temperatura en 24°C en verano y en 20°C en invierno vamos a alcanzar un confort en buen tiempo y sin derroche de energía. Es importante saber que por cada grado de temperatura (más o menos) el consumo energético se incrementa en un 10%. A su vez, el mantenimiento de los aires es importante para conservar la eficiencia de fábrica y el desempeño del equipo en línea general.
Iluminación: las lámparas LED son un gran aporte a la eficiencia energética, ya que no sólo tienen un consumo mucho menor que otras tecnologías como las lámparas halógenas, sino que además su vida útil es considerablemente mayor, significando así un menor gasto energético en toda su vida útil. De todos modos, el mejor consejo práctico para disminuir el gasto de luz empieza por hacer un uso conciente sólo cuando sea estrictamente necesario, evitando así el derroche común que ocurre al dejar las luminarias en funcionamiento todo el tiempo sin necesidad. Lo mismo ocurre con aparatos eléctricos varios que suelen quedar enchufados a la red realizando un consumo mínimo pero constante en el tiempo.
Transporte particular: el auto representa gran parte del gasto energético de los individuos. Se estima que en las ciudades, su consumo de combustible se incrementa en un 60% respecto de áreas rurales, por eso en zonas urbanas es recomendable caminar, utilizar bicicleta o transporte público por sobre el vehículo familiar. Incluso se puede compartir auto con otros pasajeros para
disminuir el consumo total de energía, para lo cual existen actualmente redes sociales y aplicaciones que permiten gestionar en pocos minutos un viaje compartido.
¿ Por qué es importante alcanzar la eficiencia energética?
Lograr un consumo óptimo de energía es fundamental para poder continuar con un proyecto de desarrollo sostenible en el tiempo. El consumo energético a nivel mundial ha alcanzado niveles críticos, generando impactos irreversibles en el medio ambiente. Lograr la eficiencia energética permitiría reducir la emisión de gases de efecto invernadero como el CO2 producto de la quema de combustibles fósiles como el gas, el petróleo o el carbón que actualmente representan las principales fuentes de energía consumible de forma directa o indirecta mediante procesamiento.
Otro beneficio adicional de lograr la eficiencia energética es que al disminuir el consumo final de energía, se logran también ahorros a nivel económico que dependiendo el caso puede ser de gran impacto en el bolsillo de una familia, de una empresa o incluso de un gobierno.
Profesiones y servicios con impacto en el consumo energético
Ingenieros y diseñadores industriales: a la hora de hablar de eficiencia, el diseño de productos es fundamental, cada mejora tecnológica cuenta. En los últimos años, se han desarrollado nuevos productos y tecnologías que otorgan las mismas prestaciones pero tienen requisitos energéticos menores, acercándonos así a la tan ansiada eficiencia energética.
Arquitectos y constructores: como vimos anteriormente, el diseño de espacios y los materiales utilizados hacen una gran diferencia en las necesidades de climatización de hogares y oficinas. Además, pensar los usos de cada construcción de forma consciente, permite reducir el consumo de energía de forma indirecta asociados con logística y utilización de materiales de construcción.
Gasistas y electricistas: los profesionales del rubro energético son grandes pilares de apoyo para tomar las mejores decisiones a la hora de instalar servicios y artefactos. Hay muchas opciones de ahorro de gas y luz que podemos aplicar para lograr la eficiencia. Por eso siempre es recomendable asesorarnos con especialistas de cada área cuando sea necesario.
Científicos y políticos: las instituciones estatales de la mano de la ciencia, pueden diseñar e implementar políticas de incentivo para alcanzar una mayor eficiencia energética. En algunos lugares, se ofrecen beneficios fiscales por la utilización de energías renovables o mismo por la reducción del consumo de energía convencional de red.
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