¡Qué entrevista la de hoy! Compartimos un espacio de conversación con Juan Carlos Villalonga, consultor en energías renovables e hidrógeno, director de EMI de Consulting. Ecologista, ex diputado de la nación y asesor respecto a políticas públicas. Nos enfocamos en el hidrogeno verde, energía renovable que se menciona cada vez más… ¡Comencemos con la entrevista!
¿Qué es el hidrógeno verde? ¿Cómo se produce?
Juan Carlos: El hidrógeno desde hace muchísimo tiempo ha estado allí como una opción tecnológica disponible, ya que el hidrógeno es en sí mismo un gas combustible. Pero también varios de sus subproductos pueden ser convertidos en algún vector energético. Siempre estuvo la posibilidad de utilizarlo, incluso la tecnología, para poder primero crearlo a partir de proyectos de la electrólisis del agua. Inicialmente se lo utilizó a través del reformado de combustibles fósiles, como es el gas o el carbón. Pero la idea es hacerlo con el proceso del agua mencionado, separando la molécula de hidrógeno y oxígeno y a partir de allí generar una cadena de uso del hidrógeno que sea totalmente limpia. De esta manera, cuando el hidrógeno se utiliza finalmente termina generando solo vapor de agua. La industria química tiene aquí un gran trabajo.
Contexto internacional
Una fecha crucial es cuando se adopta el Acuerdo de París que fija un objetivo climático con contundencia y fuerza legal: El límite de los dos grados centígrados como límite a la suba de temperatura global, o 1,5 grados como objetivo más ambicioso. Eso lleva a que entonces tengamos que pensar como hacerlo, ¿y cuáles serán los planes de des carbonizaciones coherentes con ese objetivo climático? Los planes que cumplen tal condición son aquellos que nos conducen a tener prácticamente neutralidad de emisiones para mediados de este siglo.
Así empezamos a ver todos los escenarios de 2050 cero neto de combustibles, de emisiones de dióxido de carbono, etcétera Y en ese contexto es donde el hidrógeno empieza a reaparecer para cubrir algunas porciones de la actividad energética que no podrían cubrir las energías renovables o las baterías eléctricas.
A esto se le suma un fenómeno virtuoso: el costo de las energías renovables ha bajado mucho. Esto hace posible utilizar energías renovables para la electrolisis del agua. Se llega así a un circuito completo de producción de hidrógeno con cero emisiones y con una baja importante de precio. Entonces… ¿Que produjo esos dos fenómenos?
- La necesidad de acelerar los planes de descarbonización. (¡Aprende a calcular y disminuir la huella de carbono aquí!)
- Una baja importantísima de los costos que tuvo la electricidad verde, en particular la energía solar fotovoltaica
De allí el termino hidrogeno verde, de obtener una molécula de hidrógeno que no produjo emisiones al crearse con renovables, en vez de con gas natural como en el hidrógeno convencional
Energías renovables e hidrógeno verde
Adriano: Teniendo en cuenta que la eólica suele utilizarse en grandes escalas y la solar es más adaptable a usos domiciliarios… ¿En qué categoría entraría el hidrógeno verde respecto a su proceso productivo?
Juan Carlos: Tanto la solar como eólica son fuentes perfectamente factibles para utilizarse para la producción a gran escala del hidrógeno. La solar fotovoltaica ha bajado en costos. En Argentina tenemos el sesgo hacia lo eólico, porque nuestro mayor volumen de producción de energía renovable es de fuente eólica en toda la Patagonia. Y nosotros tenemos allí los puertos, la combinación ideal para la una industria del hidrógeno. El caso de Chile es distinto porque tienen el sol y tienen los puertos. Si pensamos en producir energía solar en el norte de Argentina, los puertos estarían lejanos. Una mejor perspectiva en términos de costos, es lo que va definiendo el perfil de que energía renovable utilizar.
Factores de competitividad para la producción de hidrógeno verde
Juan Carlos: El tema competitividad es la palabra clave en este caso. Es casi seguro que tendremos en 10, 15, 20 años un nuevo commodity en el mercado internacional de la energía que es el hidrógeno, pero desarrollarla no es sencillo. En Argentina tenemos recursos naturales como el viento y el sol, que brinda la posibilidad de producir de manera muy competitiva el hidrógeno. Habrá demanda. Hay muchos países que van a ser grandes actores a la hora de producir hidrógeno. En la región Chile, Uruguay, Brasil, Colombia, Perú y otros países están en carrera para producir hidrógeno porque tienen muy buena capacidad de recurso renovable y pueden tener muy buenos precios.
La competitividad vendrá dada por los costos de cada país. Imaginemos: los molinos eólicos o los paneles solares, van a ser más o menos lo mismos aquí, en Chile o medio oriente. Lo que entra a competir es el costo de cada país. Cuando hablamos del costo país, hablamos de:
- Riesgo país
- Financiamiento para acceder al capital
- Transporte y logística
- Costos laborales
- Demás costos involucrados (Impositivos, legales, etc.)
Hidrógeno verde en Argentina
Aquí es donde comienzan los problemas para Argentina. Argentina es un país muy poco competitivo, corre detrás de los países mencionados en tal aspecto. Entonces, cuando hablamos de hay un gran potencial, va a costar mucho desarrollarlo, y lograr la competitividad. Chile sin duda va a ser uno de los grandes jugadores, porque ya está acercándose a costos muy competitivos. En la región te diría que es el único país que hasta el día de hoy rankear muy bien.
Argentina tiene capacidades de recursos humanos, tecnológicos, pero está complicado en condiciones macroeconómicas. Y esto para el caso del hidrógeno es determinante porque a diferencia de lo que es un commodity como el gas, como el petróleo, que finalmente vos lo extraes y colocas en el mercado, acá hay que fabricar una molécula de hidrogeno. Entra a jugar cada costo de ese proceso.
Adriano: Entonces no hay un plan específico de fomento que solucione el tema, sino que directamente se demandaría una estabilidad macroeconómica.
Juan Carlos: Absolutamente, absolutamente. No hay salidas facilistas. A veces se piensa: “Bueno, es cuestión de poner en orden un par de variables y salimos vendiendo hidrógeno”. La verdad es que no. Es un desarrollo de largo plazo donde también hay incertidumbres como:
- La forma más competitiva de transportar el hidrogeno, si líquido, en amoniaco, etc.
- La fuente energética y el proceso productivo más competitivo.
Variables internacionales de la energía hidrogeno
Otra variable importante es la invasión de Rusia a Ucrania que modificó la discusión energética. Sumó un condicionante importante que es la seguridad energética. Esto se ve muy claramente en Europa. Europa había apostado a mercados abiertos, era una aspiración realista. Ahora hay una revisión en cuanto a que hay que hacer la transición enfatizando la seguridad energética.
Muchos países que se veían a sí mismos como grandes importadores de hidrógeno verde ahora están pensando en producirlo o adquirirlo de un socio cercano que le asegure una provisión, que sea confiable, que no tenga conflictos diplomáticos, etc. Hay toda una geopolítica nueva. Las sociedades entre países pasan a ser algo más que un contrato comercial. Yo quiero que vos seas amigo mío, por decirlo de alguna manera ¿Se entiende? Así se están planteando las relaciones comerciales en términos de la energía. No sólo competitividad, sino que además seguridad energética.
Europa es claramente un conjunto de países importadores a futuro de hidrógeno. Pero aún están pensando que su mercado de hidrógeno tiene que poder resolverse mayoritariamente en su comunidad de interés dentro de la Unión Europea, expandiéndose hacia los países eslavos, Ucrania y el norte de África e ingresando hidrógeno por la península ibérica e itálica y a través de Turquía. Entonces, para nosotros como exportadores el esfuerzo es doble: Competitivos y confiables.
Hidrogeno verde: Para qué sirve y como es su logística
Adriano: ¿Me profundizas en la logística que mencionaste como un tema de incertidumbre en la cadena de suministro del hidrogeno verde? Más teniendo en cuenta la poca competitividad argentina en ese aspecto.
Juan Carlos: El transporte es una de las incertidumbres. El hidrogeno desde el punto de vista energético es un vector. Con energía generas moléculas de hidrógeno que sirven para en otro lugar, a esa molécula usarla para volver a generar energía. Por supuesto que el proceso tiene perdida eficiencia, pero te sirve porque vos ese hidrógeno lo puedes utilizar en aplicaciones que no tendría otro reemplazo. Ahora la posible de transportarlo a través de camiones, a través de ductos, a través de barcos y las distintas modalidades, son parte de la incertidumbre. Incluso el hidrogeno puede usarse como combustible. Las dudas no vienen en relación a la factibilidad tecnológica ya que es posible hacerlo siempre bajo estos medios, sino la factibilidad comercial, competitiva. Responder cuestiones como:
- ¿En qué distancias el camión es viable económicamente?
- ¿Es necesario hacer un ducto o cuando hay que hacerlo por barco?
Características y transporte del hidrogeno verde
El hidrógeno es un gas muy volátil, una molécula muy pequeña. Por lo tanto, no cualquier instalación que utilizamos para gas natural puede ser adaptada para almacenar o transportar hidrógeno. Para comprimirlo a volúmenes transportables sea, y llevarlo a estado líquido hace falta también energía. Un estadio intermedio puede ser bajo la forma de amoníaco. Si el amoníaco en sí mismo puede ser un combustible, el amoníaco es un insumo industrial. A través del mismo podríamos volver a obtener hidrogeno. A su vez, hay otros conceptos interesantes como el de la pila de combustible, para transformar energía química en eléctrica.
Hoy cada vez está más cerca un consenso: probablemente sea lo mejor exportarlo en su formato final, ya sea amoníaco, fertilizante, urea o cosas por el estilo. Va a ser excepción el transporte del hidrógeno puro a por lo menos a nivel de larga distancia. Insisto, esto es materia de lo que se está analizando. Trato de repetir esto: No son incertidumbres científicas, sino de números, de eficiencia. El almacenamiento de energía ya puede suceder, pero se deben analizar los números.
Esos interrogantes van a ir desapareciendo a lo largo de esta década. Para el año 2030, 2035, las cadenas de suministro van a estar mucho más precisas, mucho más definidas. En un transporte marítimo sería el amoníaco el mejor modo.
Procesos de descarbonizacion en Argentina, Uruguay y Chile
Argentina debe fijar claramente prioridades. Primero de cuál es la estrategia de uso del hidrógeno en nuestro propio proceso de descarbonización. Los programas de desarrollo de hidrógeno están siendo creíbles en la medida que surgen de países que tienen procesos de descarbonización creíbles. Es decir, si un país está flojito en cuanto a compromisos climáticos, políticas de renovables y de repente se quiere ubicar en el mundo como gran proveedor de hidrogeno no está bien visto.
Si uno mira la hoja de ruta de del hidrógeno de Chile o Uruguay, uno puede ver claramente que ambas se fundamentan fuertemente en el trabajo previo que han hecho en energías renovables, en el cumplimiento de sus metas y en el compromiso que tienen con su descarbonización. Son sólidos, creíbles. En esa lógica crece la posibilidad de que haya contrapartes que te pongan plata, inviertan y te ayuden en dar ese siguiente paso.
Caso Uruguay
- Llevo la descarbonización de su matriz eléctrica al 100%.
- Cumplió las metas de fuentes renovables.
- Tienen un compromiso climático importante a nivel internacional
- Se ubica ahora en un proceso de electrificación del transporte, de la movilidad.
- Busca generar excedentes exportables de hidrogeno, algo similar al caso de Chile.
- Tiene metas para el cierre de plantas de carbón y la promoción de una fuente de energía limpia como principal.
- En ese contexto, en ese programa, la inserción del hidrógeno suena muy creíble.
Caso Argentina
- Carece de una política de renovables sólida, constante.
- No tiene una hoja de ruta hacia la descarbonizacion en 2050, por diferencias internas en el gobierno. Los gases de efecto invernadero no disminuyen en gran cuantía.
- De este modo, no resulta muy creible a priori lograr la competitividad necesaria para la producción de hidrogeno verde. Ninguna agencia internacional puede preverlo.
Oferta y demanda de hidrógeno renovable o verde
Adriano: ¿Que regiones crees que van a ser por ahí las que más lo van a demandar? ¿Y para que?
Juan Carlos: Europa puede demandarlo. Hay dos grandes jugadores, China y Estados Unidos, que mayormente pueden llegar a ser autosuficientes. Hay regiones claramente exportadoras: Australia, Nueva Zelanda, África, Medio Oriente, América Latina. Un país Netamente importador es Japón, otro Corea. Hay muchos jugadores, la competitividad tiene que ser muy alta. Argentina tiene desde el año 2019 un acuerdo de entendimiento con Japón, puede ser una primera puerta.
Conversar con Europa es necesario. En el caso de Uruguay, por ejemplo, el puerto de Rotterdam le financió toda una parte del estudio del desarrollo de la logística del hidrógeno. Lo mismo pasó en Chile. La contraparte te ayuda a producir lo que te quiere comprar, para tener una provisión continua y confiable.
El panorama para Argentina no es para nada bueno si la competitividad no repunta. Si se sigue en este camino, es más probable que Argentina importe hidrogeno de Chile, a que lo produzca para exportarlo. La manera de revertirlo es arremangarse y hacer las cosas bien, metódicamente, pensando en el largo plazo. En las energías renovables bastaron ciertas condiciones para el desarrollo del programa Renovar y rápidamente las inversiones aparecieron. Es otro tipo de negocio, se resuelve más rápido, con el hidrogeno verde la historia es otra.
Oportunidades y obligaciones
Argentina necesita del hidrogeno, es necesario que la política entienda esto. Tenemos economías regionales, provincias, que hoy dependen de las regalías petroleras y que todo eso no va a existir dentro de 30 años. Hay una parte importante de nuestra economía que se derrumba, o sea, desaparece con la transición. Debemos estar preparado para eso. Tenemos que aprovechar que nuestra industria automotriz pueda reconvertirse. Caso contrario las terminales eléctricas van a parar a otros países. La transición implica una dislocación de la actividad. Para Argentina esto es crucial. Para Uruguay el hidrógeno es una gran oportunidad comercial de exportarlo. También para Chile. Para Argentina es más que eso, es tener puestos de trabajo cuando decaigan las ramas mencionadas. Debe ser una cuestión de Estado.
Uruguay y Chile no tienen una mochila tan pesada. Nosotros discutimos biocombustibles y tenemos que andar peleando con las provincias petroleras para ello. El hecho de tener esos sectores económicos tan pesados como hidrocarburos, y dicho sin maldad, resulta por inercia un lastre en términos de nuevos combustibles o energías.
Adriano: ¿Es más interno que externo el problema argentino?
Juan Carlos: También, claro. Bueno, algo parecido le debe pasar seguramente a Brasil. A los países que tienen sectores industriales atados al siglo 20 muy desarrollados, obviamente que les cuesta más. Pensá en países como la India y China que tienen industria de carbón enorme. La transición es más lenta. Aun así, la obligación para Argentina es transitarla, ya que si no quedará afuera de los nuevos comoddities energéticos.