El ecosistema Agtech se encuentra en continuo crecimiento y abarca una amplia gama de startups. El impacto ambiental de la agricultura, la necesidad de ser más eficientes en el uso de los recursos, e incluso el aumento de costos internacionales respecto a la energía, convierte a las optimizaciones en procesos indispensables para ser competitivo. Hoy charlamos con parte del equipo de Kilimo, empresa que se ocupa de la gestión y el monitoreo del riego… ¡Aunque ahora, está abarcando nuevas áreas de eficiencia respecto al agua!
Nos enteramos de esto y más en la entrevista, de la cual participo Andrea Ramos, country manager en Chile, encargada de sustentabilidad, y Toni Abdala CTO de Kilimo. Antes de comenzar nos preguntamos…
¿Qué es el agtech?
Un amplio abanico de nuevas tecnologías que se aplican a sectores productivos vinculados con el agro. Generalmente están relacionadas con la industria del conocimiento, los procesos digitales u otras áreas que han crecido exponencialmente en los últimos años. Estos avances permiten, entre otras cosas, fortalecer el acceso y el uso de los datos para diversas tomar mejores decisiones, disminuir impactos ambientales en los procesos productivos, bajar costes energéticos por un aumento en la eficiencia del uso de los recursos, etc.
Agtech en Argentina: Caso Kilimo
Adriano: ¿Cómo están? ¿Qué es Kilimo?
Andrea: Kilimo es un software, que acompaña a los agricultores en la gestión de su riego. Tenemos una tecnología que a través de Big Data e inteligencia artificial permite conocer la demanda real de los cultivos y entregar recomendaciones de riego semanales a los productores agrícolas que, sin ningún tipo de hardware en el campo, les permite ahorrar en promedio entre un 20 y un 25% de agua en esas parcelas. Somos una Climatech, una empresa de impacto que nace con el propósito de transformar el valor del agua en la producción de alimentos, ese es nuestro objetivo.
Ahorro de agua en sistemas agropecuarios
Hoy en día el 70% del agua dulce a nivel mundial que se consume es en la agricultura, para producir alimentos. Por lo tanto, desde Kilimo entendimos que, si no movíamos la aguja de la agricultura, iba a ser muy difícil generar algún tipo de impacto vinculado al agua a nivel global. En Latinoamérica esas proporciones son más altas. En Chile, por ejemplo, el 83% del agua dulce se destina a la producción de alimentos, a la agricultura.
Medición del ahorro
Adriano: ¿Cómo miden ese ahorro?
Andrea: Trabajamos con todo tipo de métricas de litros, metro cúbico, litro y sus conversiones, etc. El productor piensa mucho en metro cúbico así que trabajamos mucho con esa métrica. Lo que nosotros hacemos es básicamente un acompañamiento al productor para que adopte la tecnología. Y en eso efectivamente tenemos la posibilidad de recabar la información sobre las prácticas que venía usando.
Hay productores súper tecnificados que tienen todo en un Excel y siguen de manera súper estricta a los riegos (Exportadores, etc.) pero hay otros que no tienen tanta tecnología y en ese caso tenemos otros mecanismos, por ejemplo, la boleta de luz o la boleta de gas para sacar conclusiones de los litros que movían.
Malas prácticas y productores agropecuarios
Hay muchas prácticas preocupantes. Una es regar láminas fijas. Un ejemplo de esto es regar de diciembre a febrero ocho horas por día, de lunes a jueves, por ejemplo, y que esto no varíe en base a la demanda real propia del cultivo. Esto también nos ayuda a saber cuánto recurso utilizaba. Y luego además él puede ver el ahorro, ya que, consumiendo menos agua, se consume menos electricidad, dado que todo sistema de riego utiliza energía para desplegarse, funcionar, etc.
Toni: Otra medición importante aparte del ahorro, es la eficiencia en el uso del agua ¿Cuántos litros de agua convertimos en planta?
Huella Hídrica
Andrea: Respecto a la huella hídrica, evaluamos el comportamiento del productor con respecto al agua que consume para la producción de estos alimentos. Trabajamos con él para disminuir esa huella hídrica. Además, un paso adicional es certificarlo, es decir, mostrarle a su consumidor final datos certeros de ese ahorro, de las prácticas que lleva a cabo etc. Eso ayuda a posicionar productos en el mercado.
También estamos trabajando en reducir la huella hídrica de las grandes compañías, más alla que pertenezcan o no al sector agro. Nos referimos a empresas que no están ligadas directamente a la producción de alimentos, sino que producen bienes y servicios de todo tipo, como por ejemplo tecnológicas, empresas de bebidas, etc. Se está incrementando exponencialmente el compromiso de estas grandes compañías con objetivos de agua neutralidad.
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Agua neutralidad: ¿Qué quiere decir ser agua neutral?
Andrea: Significa que yo le devuelvo al medioambiente la misma cantidad de agua con la que produzco mis bienes y mis servicios. Entonces, para hacer eso, el primer paso de las grandes empresas es reducir al máximo el agua que utilizan para su operación, con distintas tecnologías y con distintos mecanismos. Pero hay un momento en que no pueden reducir más internamente, llegando a una eficiencia máxima.
Ahí es donde nosotros proponemos un modelo donde trabajamos con la corporación que tiene estos compromisos de agua neutralidad y el agricultor. Ayudamos a esa corporación a compensar su huella hídrica, a través de la industria que más agua consume, que es la agricultura.
Eso nos permite acelerar el cumplimiento de nuestro objetivo, que es la adopción de la tecnología en agricultura. Al tener este otro actor le podemos pagar al agricultor por los ahorros que genera. Eso es una innovación total, no existía antes. Eso ayuda más a la lucha contra la sequía y otras problemáticas ambientales
Desarrollo de producto: Programación y ambiente
Adriano: ¿Cómo comenzó el desarrollo del producto? ¿Cuál fue el primer prototipo de la Agtech? ¿Arrancaron vinculandose con productores en siembra directa?
Toni: Nosotros comenzamos haciendo sensores, específicamente sensores para suelo. Fuimos uno de los primeros en Argentina que hicimos sensores que se llaman FDR, de producción totalmente nacional. A medida que trabajamos con estos sensores detectamos que nos hacían falta más insumos para calibrar el sensor, medir nuevas variables climáticas, etc. Empezamos a asistir a muchos congresos de riesgo, vinculados al Big data, y demás tecnología de datos.
Así comenzamos a vincularnos con estaciones meteorológicas de servicios y nos fuimos familiarizando más con estadística, machine learning, modelos vinculados a esa rama, etc. A eso le sumamos desarrollos en fenología, desarrollo foliar y salubridad del cultivo, lo cual lo iba complejizando. La FAO te propone tablas. El problema de las tablas es que resulta muy difícil comparar un maíz o un cerezo, por la divergencia de años, lugares, semillas usadas, climas variables, etc. Entonces alguien debía hacer esa tarea.
Así nos fuimos inclinando por trabajar con satélites hasta que nos dimos cuenta que el sensor no era fundamental. Allí profundizamos las técnicas de machine learning, deep learning, filtros estadísticos, etc. El gran desafío era adaptar esos datos que tomábamos, hacerlos comparables, utilizables, normalizarlos, etc., ya que los satélites están calibrados de distinta forma. Dos celulares de primeras marcas pueden sacar grandes fotos, pero a su vez distintas, y aquí sucede algo similar.
Desafíos de una Agtech
Estos procesos requieren muchos trabajos. Por ejemplo, hace poquito se hizo una investigación con más de mil muestras de suelo en Chile para poder generar modelos de fricción, del comportamiento suelos muy superiores a los que tenemos ahora. Eso requiere un esfuerzo no solo económico, sino de trabajo y de tiempo. No es que puedes solucionarlo bajando un data set, sino que tienes que generar esos datos visitando en este caso mil campos. Y nada puede fallar porque corres el riesgo de perder un año de trabajo.
Ese es el mayor desafío del sector Agtech. La validación, el desarrollo o la mejora de las ideas, requieren mucho tiempo, y errores pueden hacer perder meses o años de trabajo.
Andrea: Si bien el sector agropecuario es súper desafiante, al final es biología y el impacto que uno puede hacer es enorme. En el momento en que descubrís el valor en el agro, cualquier aguja que moves tiene un impacto ambiental exponencial comparado a otras áreas productivas.
Conoce más del impacto ambiental del agro, pulsando aquí y accediendo a una nota sobre el tema
Perfiles profesionales en un Agtech
Adriano: ¿Qué perfiles profesionales se combinaron en todo el desarrollo de producto que me comentan? Imagino muchas especialidades trabajando en sinergía cuando se trata de una agtech.
Toni: En Kilimo las personas pueden crear su propia carrera, suelen venir de mundos distintos. Por ejemplo, una de las primeras personas que se sumó es doctora en biología molecular con maestría en temas vinculados. Actualmente es jefa de venta de LATAM, y muy destacada. Así hay muchísimos casos en Kilimo.
Respecto a programadores, hay muchos de Python. Somos fanáticos del lenguaje, y parte de la Asociación Civil de Python Argentina, la cual nos formó y nos apuntaló en un montón de cuestiones de desarrollo interno. Usamos angular en frontend. Es todo cloud. Hay muy pocos procesos manuales, muchos más automáticos manejando grandes cantidades de datos de distintos tipos de estaciones. Actualmente estamos analizando Forecast.
Nosotros jodemos con el R cuadrado, que es como esa correlación que mejore la precisión. Sabemos que muchas veces la mejora es pequeña, pero en la acumulación de años y de mejoras pequeñas se va construyendo el crecimiento. La idea es siempre generar mejoras que impacten positivamente en el productor.
Próximos desafíos y upgrades
Adriano: Dentro del área de producto ¿Cuáles son los próximos desafíos o upgrades?
Toni: Uno se vincula con blockchain. Siempre teniendo en cuenta que sea ecológico su mecanismo, nada basado en pruebas de trabajo y acompañado de mejoras de eficiencia en Cloud. Se debe tener una coherencia interna con la idea de bajar todas las huellas tanto de nuestro funcionamiento, como de los procesos productivos de nuestros clientes. Estamos por ejemplo mudando datos a servidores que sabemos que tienen una huella hídrica mejorada. Todo el trabajo en Blockchain se manifestaría en que el cliente pueda certificar su ahorro, tenerlo en una plataforma, etc. Cada país tiene un desafío particular, el producto va alterando y adaptándose a distintos contextos.
Implementación del sistema: Primeros pasos
Adriano: ¿Cuál es el primer paso para que un productor adopte el sistema? ¿Por dónde se arranca y cómo se vincula con una implementación Agtech?
Andrea: El primer paso, contactarse con alguien de nosotros. Nuestra venta es bastante técnica. Entendemos que el productor está trabajando con un producto que comercializa entonces la calidad de la fruta, el tamaño, y demás son muy importantes para él. Por eso nuestro equipo comercial está conformado por agrónomos expertos en los distintos temas en cultivo.
Se puede iniciar por una demo. Si el productor nos pasa una geolocalización, tenemos la posibilidad en menos de 24 horas de darle acceso a una demo activa para que pueda empezar a ver algo. Si decide luego comprar, arranca lo que nosotros llamamos el proceso de onboarding, en el que capacitamos al productor en la herramienta. Se suele hacer en una a dos visitas. El acompañamiento luego es muy intensivo, la idea es facilitar la adopción del sistema teniendo en cuenta que la otra persona tiene su día repleto de cuestiones laborales y necesita facilitadores.
Una vez que el productor detecta la disminución de uso de agua, la baja de costes energéticos, la previsibilidad de reportes y demás todo se hace más sencillo. Pero es clave que el productor en el primer año detecte ese valor, entonces hay un fuerte acompañamiento para ayudarlo en ese fin. Invitamos al productor que quiera a adquirir la demo gratuita, y a vincularse de este modo con la agtech.
Versión mobile y Desktop
Adriano: ¿La herramienta se refleja en una app, en un software? ¿Se usa tanto en mobile como en desktop?
Andrea: Tenemos las dos formas: aplicación móvil y vía web. Va a depender del uso que el productor le quiera dar. Por celular las funcionalidades son más acotadas, pero también de acceso súper ágil, por ejemplo, a recomendaciones. Luego, si ya quiere descargarse informes, ver todo el reporting específico de cada uno de sus actores de riego, es más útil la aplicación web.
Casos y ejemplos prácticos
Adriano: ¿Me comentas un caso práctico de la Agtech?
Andrea: Tenemos dos modelos.
- Uno se da cuando el productor compra el producto. Tenemos más de 200 clientes en la región. Por ejemplo, hay un productor de cerezas de Chile con el que venimos trabajando hace ya tres temporadas. El nos comentó que la temporada pasada, en materia de electricidad por utilizar menos el sistema de riego, ahorró USD 2.000 por mes, logrando regar en base a la demanda del cultivo, y no a un plan fijo que no tenga en cuesta este factor. En Argentina tenemos muchos de vid. Invitamos al productor a visitar la Academia de Riego de Kilimo, ahí están los reportes y los casos de éxito.
- Por otro lado, tenemos un modelo de compensación, donde incorporamos las grandes corporaciones que desean neutralizar su uso de agua. Tenemos por ejemplo el caso de Google y Microsoft. Ellos tienen data centers y para enfriamiento, utilizan mucha cantidad de agua. Si bien utilizan los sistemas más modernos del mundo, el consumo está presente y desean neutralizarlo. Para eso están invirtiendo en cuencas muy estresadas a nivel global. Una de esas cuencas es la cuenca del Maipo. Lo que ellos hacen es comprar una determinada cantidad de metros cúbicos de ahorro. En esa cuenca de haber vendido unas 100 hectáreas años anteriores, hoy trabajamos en unas 700. Un crecimiento exponencial donde se ve el efecto del incentivo económico que le da esta corporación al productor por su ahorro.
Conexíón de los puntos
Funcionamos con ambos ejes como una especie de Tinder entre la gran corporación que busca estos objetivos de agua neutralidad y los productores que reciben incentivos por aumentar su ahorro y regar mejor. No hay productor que no quiere regar mejor, el desafío está en la adopción y la adquisición de la tecnología, más en épocas de subas de costos internacionales logísticos, energéticos, etc. Como Agtech, el desafío esta en hacerlo viable.
Toni: También estos incentivos o créditos de las corporaciones al productor, nos permiten muchísimas mejoras desde distintos ángulos. Y se genera una retroalimentación que mejora todos los impactos: Social, económico y ambiental. Esto es un impacto real, medido, está pasando, y abre un gran abanico de trabajo.
Andrea: Conectar estos dos mundos nos tiene muy entusiasmados, la idea es acelerarlo y escalarlo lo más rápido posible. Existen algunos esfuerzos aislados, la idea de Kilimo es unir esfuerzos. Estamos trabajando mucho con el BID, por ejemplo, con los fondos de agua… Todo lo posible por generar mayores impactos.
Otros sectores productivos
Adriano: En cuanto a los sectores productivos, además del agro… ¿Qué otros sectores creen que deberían ser especialmente cuidadosos con el uso de agua?
Andrea: La verdad es que hoy no se salva a nadie. Todas las industrias tendrían que revisar y al menos medir su huella hídrica para ir mejorando sus prácticas. Esto no lo digo yo, hay datos que respaldan. Para que los negocios sean prósperos y puedan sobrevivir necesitan poner foco en eso. Ya es una demanda de los usuarios, fondos de inversión, gobiernos, etc. Por eso las multinacionales se están comprometiendo con el agua neutralidad y con sus políticas de ECG.
Las municipalidades consumen mucha agua también, porque entre las escuelas públicas, sus instalaciones, sus servicios, parques, plazas y demás, se convierten en un gran consumidor. Y no solo se debe tener en cuenta la huella producida en forma directa, sino también la indirecta. Por ejemplo, si trabajas con materia prima que proviene de la agricultura (Una empresa agroindustrial), la huella que se produjo en esa otra fase del ciclo, también en parte te pertenece.
Kilimo en la región: Una agtech que se expande
Adriano: En cuanto a la cuestión comercial… ¿En qué países están trabajando?
Andrea: Hoy estamos en siete países: Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Perú, México y Guatemala. Sin embargo, el foco fuerte va a estar puesto en lo que es Chile y México, principalmente por el gran desafío hídrico que tienen estos países. Allí se va a inyectar la mayor cantidad de inversión y de hecho es donde tenemos hoy cerrados estos modelos de compensación.
Toni: El desafío es único, nuestro impacto es importante. La historia comenzó con un par de locos haciendo electrónica y hoy es un desafió que abarca hasta blockchain. Hay mucho por hacer. Estamos sumando muchísima gente vinculados a: tecnología, contabilidad, comunicación, marketing, agronomía, datos, metodologías ágiles, etc. Invitamos a los productores también a participar y a vincularse con nuestra agtech. ¡Siempre abiertos a charlar!
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