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Practicas minimalistas sostenibles

El minimalismo es una corriente que ha cobrado un gran impacto en el último tiempo. En el siguiente post te explicaremos por qué puede tratarse de una filosofía de vida sostenible. 

¿De qué se trata el minimalismo?

El minimalismo es un estilo de vida que promueve disponer de la menor cantidad de posesiones materiales posibles. Una de las frases utilizadas por los minimalistas con mayor frecuencia dice “Menos es más”, este tipo de pensamiento está orientado a tener pocos objetos y de buena calidad. Un minimalista busca desprenderse de las cosas superfluas y conserva aquellas que le aportan un valor significativo a su vida.

Al mismo tiempo, el minimalismo no se trata de reducir nuestras posesiones materiales a cero, cada persona lo transcurre de acuerdo a cómo se va sintiendo con el desapego de cosas que posiblemente han ocupado un lugar importante en sus vidas.

También es un error creer que un minimalista debe tener objetos de lujo y viviendas costosas. Cualquier persona sin importar su clase social puede adoptar esta corriente. Inclusive en el último tiempo se impusieron las Tiny Houses o casas pequeñas con el fin de desprenderse de las hipotecas y evitar endeudarse a treinta años con entidades bancarias para tener la típica vivienda americana.

Tiny House o Casa pequeña

Algunas prácticas minimalistas que fomentan un estilo de vida sostenible:

Un minimalista solo compra lo indispensable:

Muchas personas compran porque están aburridas o por la necesidad de llenar un vacío con cosas materiales. En cambio, un minimalista solo adquiere artículos cuando realmente los necesita. Al mismo tiempo busca alternativas para la compra y antes de concretar se toma un largo periodo de tiempo para decidir si se trata de una decisión acertada o no. 

Ellos siempre tienen en cuenta que los productos baratos duran en promedio un tercio menos que los de calidad. Por lo que prefieren reunir el dinero necesario antes de ir a por la opción más económica. 

También pueden optar por reparar aquellos artefactos que están descompuestos o analizar la compra de artículos de segunda mano que se encuentran en un muy buen estado.

En el último tiempo, algunas marcas como Patagonia se han destinado a cubrir este segmento específico de mercado lanzando campañas que le dicen a sus clientes “No compres está chaqueta” o “Si está roto, reparalo”. Inclusive han lanzado videos tutoriales con el objetivo de capacitar a sus usuarios para que puedan arreglar sus propias prendas. 

En el famoso Black Friday, la marca Patagonia le dijo a sus clientes que no pierdan la cabeza en el momento de mayor consumo desmedido del año.

También, incluyen en sus catálogos, indumentaria que cuenta con garantía de por vida.

 Muchos minimalistas compran a granel o cosechan su propia comida:

Si bien no es el caso de todas las personas que practican el minimalismo, un grupo selecto de ellos adquieren sus alimentos en tiendas orgánicas o sostenibles. En general evitan consumir productos con mucho packaging ya que estos están asociados a una mala alimentación y a la generación de mucho plástico.

Existen muchas tiendas que comercializan productos de consumo básico a granel y requieren que cada uno lleve sus propios recipientes re-utilizables. 

Algunos minimalistas tienen sus propios huertos orgánicos y producen sus propios alimentos. 

Las dos alternativas antes mencionadas proporcionan un importante ahorro en la tarifa del supermercado y al mismo tiempo, un estilo de vida más saludable.

La mayoría de los minimalistas no tienen automóvil:

Como regla general las personas que practican el minimalismo son conscientes de la huella de carbono que produce tener un auto propio. Inclusive conocen en profundidad el gasto que ello implica. 

Desde el mantenimiento mecánico, gasolina, impuestos y seguro. Tener un vehículo propio es considerado por algunos un crimen hacia la libertad financiera qué es tan anhelada por ellos.

Los minimalistas ahorran energía:

Muchas personas que practican la austeridad suelen aprovechar la luz natural para iluminar sus hogares. Gracias a qué sus espacios están menos atiborrados de cosas la iluminación abarca mejor los espacios.

Un minimalista suele tener menos artefactos electrónicos, por lo tanto el costo de su factura de servicios es menor. 

Un verdadero minimalista respeta la naturaleza:

A pesar de que muchos de ellos viven en grandes ciudades, nunca pierden la oportunidad de volver a conectar con la naturaleza. Todo su estilo de vida gira en torno a consumir menos y a generar el menor impacto posible en nuestra tierra. 

Conclusión:

¿Es el minimalismo un estilo de vida sostenible?

Teniendo en cuenta que todas nuestras decisiones de compra tienen un impacto en nuestro medio ambiente. Un estilo de vida qué aporte soluciones a estas problemáticas y promueva el consumo de lo mínimo e indispensable para vivir puede considerarse sostenible. 

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